jueves, 24 de octubre de 2013

Cuál es mejor, ¿el corcho natural o el sintético?


Muchas veces nos hicimos esta pregunta, aquí te damos una buena respuesta.


Depende: cada uno de ellos posee sus ventajas y desventajas.

El corcho sintético, por tratarse de un producto inorgánico, no es susceptible a mohos ni a moléculas perjudiciales, como el TCA, que a veces afectan al corcho natural. Sin embargo, el corcho sintético carece de la elasticidad y de la porosidad propias del corcho natural.

La porosidad microscópica del corcho natural facilita una adecuada micro oxigenación y por ende la evolución del vino en botella, imposible de obtener con tapones sintéticos. Por ello, para los vinos de guarda, conviene utilizar corchos naturales, elaborados a partir de la corteza del alcornoque, que permite que el vino evolucione, incrementando su suavidad y complejidad durante la estiba.

Por el contrario, para vinos más jóvenes y de consumo rápido, se suele optar por corchos sintéticos, inmunes al moho y al temido TCA, causante del olor a corcho en los vinos. De todas formas, cabe destacar que cada segmento, país y mercado requieren diferentes enfoques y opciones.

¿Qué es el TCA? 

El TRICLOROANISOL, cuya abreviatura es TCA, es el compuesto volátil organoclorado 2,4,6-tricloroanisol, considerado como la principal causa de olores y sabores negativos que hacen inbebible al vino.

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